Por nuestro derecho: aborto legal en el Perú
No es un problema de convicciones, es un problema de salud pública
Aborto. Palabra que seguro leíste muchísimas veces esta semana. ¿Te recuerda alguna experiencia, lejana, propia o cercana?, ¿conoces a alguien que haya abortado?, ¿crees que ella debería ir a la cárcel?, ¿ella debería morir por haber abortado?
Pues esto es lo que sucede en Argentina, Perú y en muchos países donde el aborto está penalizado. Las mujeres mueren en abortos clandestinos, en su mayoría las pobres. Mueren víctimas de la ilegalidad, del delito, de la negación del Estado.
La mujeres mueren en abortos clandestinos porque quienes deberían legislar para solucionar este problema de salud pública, los congresistas, anteponen su opinión personal, sus creencias, olvidando que están allí porque la gente los eligió para legislar, no para hacer ley de sus dogmas.
En el congreso peruano el debate por el aborto ha estado cargado de argumentos religiosos y de doble moral. Dicen defender la vida, pero en otros debates piden pena de muerte. Dicen estar a favor de los niños por nacer, pero no les interesa que las niñas violadas mueran en un aborto o por complicaciones de un embarazo.
El debate aquí no es si están a favor o en contra del aborto, pues esta es una realidad, que más allá de sus convicciones, fe o pensamiento, sucede y mata por la clandestinidad de sus condiciones. Esta realidad exige tres acciones inmediatas: educación sexual integral, acceso a anticonceptivos, legalización del aborto.
¿Por qué legalizar y no despenalizar? La despenalización del aborto asegura que este no sea un delito, mientras que la legalización compromete al Estado a actuar, encargándose de la implementación del aborto seguro en los centros de salud, garantizando un aborto digno que no ponga en peligro la vida de la mujer. A este debemos apuntar.
En el Perú, según Datum el 64% de la población está a favor de despenalizar el aborto en casos de violación y el 71% cree que las mujeres que abortaron, víctimas de violación, no deberían ir a la cárcel.
En Argentina, miles de mujeres sacaron adelante la Campaña nacional por el derecho al aborto legal seguro y gratuito, con un pañuelo verde generaron reconocimiento en millones de mujeres alrededor del mundo, el debate se ganó en las calles, a punta de su voz y esfuerzo y llegó al parlamento, el 14 de Junio la cámara de diputados de argentina aprobó el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo.
Legalizar el aborto no es un privilegio obtenido por ley, es un derecho, pues como personas, ciudadanas, deberíamos tener autonomía total sobre nuestras vidas, cuerpos y decisiones. Es el Estado quien debe de garantizar que no haya una sola mujer muerta por aborto clandestino. No se trata de un problema de convicciones, es un problema de salud pública que debe ser atendido urgentemente.